Método de evaluación

El «Marco de Priorización de Playas» es una metodología compuesta por indicadores que reconocen las funciones y los servicios ecosistémicos de una playa y se mide mediante un esquema de puntuación que permite realizar comparaciones directas. El marco proporciona una visión global, aborda las deficiencias principales de gestión y destaca los puntos fuertes y débiles de cada playa.

El resultado gráfico resume una gran cantidad de información a la vez que educa a los usuarios en cuestiones ambientales. Además, el marco puede estandarizar las metodologías de clasificación, reduciendo la subjetividad y permitiendo a los turistas y gestores comparar playas y comprender los criterios utilizados para clasificarlas.

La estructura del marco de priorización de playas se diseñó basándose en el marco de los «Círculos de sostenibilidad» (James, 2015). Círculos de sostenibilidad es un marco de evaluación, basado en la teoría de los sistemas socioecológicos (SES), para medir la sostenibilidad urbana a través de un enfoque holístico mediante la asignación de puntuaciones a categorías divididas en cuatro dominios.

Los dominios del marco se adaptaron para reflejar las principales funciones de una playa, defensa costera, recreación y conservación, además de reflejar las condiciones sanitarias. Cada dominio se divide en cinco categorías que incluyen sus principales elementos.

  • La dimensión recreativa se refiere a la prestación de servicios e infraestructuras que permiten a los usuarios de las playas relajarse, divertirse y entretenerse.
  • La dimensión de protección incluye indicadores que evalúan el potencial de la playa para disipar energía y defender las zonas interiores frente a posibles eventos dañinos. Los criterios identifican vulnerabilidades y modificaciones antrópicas que pueden dañar la defensa natural de la costa.
  • La dimensión de conservación se refiere a la preservación del ambiente, incluyendo indicadores para medir la biodiversidad, la calidad ambiental y la gestión de las acciones de conservación.
  • La dimensión sanitaria pretende identificar la presencia y los impactos de la basura y la contaminación.

Cada dominio se divide en cinco categorías, y cada categoría es medida por un número variable de indicadores. Los indicadores son datos o informaciones que permiten conocer, describir, clasificar, comparar o valorar las características y la intensidad de una realidad o para determinar su evolución futura. En el ámbito ambiental, los indicadores son una medida cuantitativa del estado de salud del entorno, indicando las presiones, el estado evolutivo y la idoneidad de las medidas políticas. Los indicadores del ranking de playas son expuestos en la figura.

Finalmente, cada tipo de playa tiene una ponderación particular para reflejar la realidad de su gestión. En las playas urbanas, el ámbito recreativo y el sanitario tienen mayor peso, mientras que en las rurales, el ámbito de la conservación es más importante. Por su parte, en las playas de poblado, todos los ámbitos tienen un peso similar. Esta diferenciación de importancia concuerda con las expectativas para cada tipo de playa: las playas urbanas son conocidas por su desarrollo y oferta de servicios y comodidades, mientras que las rurales son conocidas por su naturaleza. Como las playas de poblado son la transición entre ambas, se espera que tengan una mezcla de elementos.

Dado que las playas urbanas están muy modificadas, no se espera que mantengan intactos los elementos naturales. Por lo tanto, la dimensión de conservación tiene la ponderación más baja para este tipo de playas, por lo que la designación de una puntuación baja para los criterios de conservación no afectará tanto a la calificación final de la playa. Del mismo modo, las playas rurales no dispondrán de infraestructuras y elementos de comodidad. Por lo tanto, la baja ponderación de los criterios recreativos pretende evitar la modificación y urbanización de estas playas, protegiendo y manteniendo sus características naturales.

Además de pesos para cada dimensión, las ponderaciones de los criterios también cambian entre los tipos de playa. En cuanto a la dimensión recreativa, el valor escénico y la capacidad de carga tienen mayor prioridad en las playas rurales y poblado, mientras que la seguridad se consideró lo más importante en las urbanas. Servicios e infraestructura y acceso y aparcamiento también tienen un peso más alto para las playas urbanas y más bajo para las rurales.

En cuanto a la dimensión de conservación (Figura 5), la calidad ambiental es la categoría más importante para las playas urbanas. En cuanto el criterio hábitat, éste tiene más peso para las playas rurales. Las playas poblado muestran una distribución de peso media entre todos los criterios.

Para la dimensión de protección (Figura 6), las playas de poblado tienen ponderación elevada para la disipación sub-aérea y amortiguación de tormentas. Vulnerabilidad y riesgo es la categoría más importante para las playas urbanas, mientras las playas rurales son más influenciadas por el criterio de cambios inducidos.

Por último, en la dimensión sanitaria (Figura 7), las playas de poblado tienen ponderación elevada para los criterios de calidad del agua y basura. Las playas urbanas son más influenciadas por la contaminación episódica. Las playas rurales, a su vez, tienen los criterios de calidad de la arena y basura cómo los más importantes. Las instalaciones y servicios sanitarios tienen la ponderación más baja para todos los tipos de playa, sin embargo, el peso del criterio es mayor en las playas urbanas.